miércoles, 2 de enero de 2013

Especial Año Nuevo 15ª Parte

Corrimos todos hacia el salón. Cada uno de nosotros agarró sus cosas y las colocó a mano para salir de alli a escape; teníamos muy poco tiempo antes de que todos y cada uno de aquellos cara-muertos nos estuviesen cortando el paso en el portal del edificio.
 El plan era sencillo. 3 hombres haciendo limpieza cuerpo a cuerpo. Moncho desde la ventana de la cocina cubriendoles con la ballesta. y un último hombre en el portal del edificio evitando que ningun despistado se colase dentro.

 Todos y cada uno de nosotros sabiamos lo que teniamos que hacer. Asíque cojimos nuestras armas.

Yo me puse el cinturón de cuchillos, en una mano llevaba el cebollero de 30cm y en la otra la tuberia que  había cojido en mi casa, por dentro del pantalón iba una de las berettas; por si las moscas.
Antón llevaba su bate y otra beretta.
Alex que asombrosamente se había ofrecido voluntario para acompañarnos, llevaba un hacha en su mano derecha, una beretta por dentro del pantalón y en la mano izquierda un puño americano. Cuando los sacó de su mochila nos pidio perdón por no habernos contado que los tenía.

Nuestro hombre  en el portal era miguel. Que tenía mi remington a la espalda y en las manos unos palos con clavos que había fabricado el mismo.
 Todo esto estaba controlado por Moncho que estaba en el piso con su ballesta cargada.

Con muchisimo cuidado de no hacer ruído, Alex, Antón y yo salimos a la calle. Uno por uno fuimos acabando con aquellos bichos.
 Yo estaba estaba enzarzado en el cuerpo a curpo con dos de ellos y no me habia dado cuenta de que un tercero me cerraba por la espalda. De no haber sido por alex que le hundió el hacha en el craneo habria terminado como la pobre de mi vecina.

- Gracias tio.- Le dije-  No hay de que.- Respondió Alex.
¡FIUÍ!- un silbido cruzó el aire, provenia del piso. Moncho estaba casi sin flechas y la mayoría de los bichos estaban muertos, de modo que nos reunímos los tres y decidimos volver al portal con Miguel.

- ¿Mucho jaleo? - Le preguntó Antón-
- Respóndeme tu mismo.- contestó Miguel mientras señalaba un grupo de cara-muertos tirados en el suelo.
 - Vamos, podrían venir mas.- dijo Alex.
 Yo subí delante.  Arriba estaba Moncho esperandonos.

- Tios yo me largo- Dije pasados unos minutos. - Tengo que llegar hasta mis padres. Supongo que lo entendeis ¿ no?
- Si y por eso vamos contigo- La voz de Antón resonó en las paredes del Salón.
- Pues no hay tiempo que perder, tenemos que hacernos con dos coches. cerca de aqui hay un monton de aparcamientos, sería un buen lugar para buscar.- Apremié.

- Estoy casi sin flechas chicos- Moncho sostenia el saquito en el quedaban menos de 15 de flechas para la ballesta.
- Podemos bajar y recojer algunas de las que quedaron abajo. tenemos agua caliente podemos hervirlas para limpiarlas. - Dijo Miguel.
- Eso es lo de menos- Dijo Moncho. - Lo que me interesa es recuperarlas.

- De acuerdo, poneos en marcha, Yo iré con alguien a por los coches.- Dije mirando a Miguel que me entendió al momento. - Voy contigo- dijo.
Asi que nos pusimos en marcha. Agarré la remington, la beretta, y los cuchillos, silbé, y zelda vino a mi encuentro.- Nos va a acompañar- le dije a Miguel- Puede detectar a los bichos antes que nosotros.
- Me parece bien- respondio Miguel.
 Asi que los tres salimos del edificio en direccion a la plaza de Barcelos, conocia un alli aparcamiento en el que ademas del coche dejabas las llaves, era la mejor opción... o eso creíamos. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

14ª parte

- ¿Qué vamos a hacer? - Preguntó  Antón.
- No lo se... son demasiados, si al menos tuviésemos un coche y todo preparado para irnos... - Respondió Moncho.

- Solo podemos esperar y rezar  para que pasen de largo. - Contesté muy serio.
- Rápido apagad las linternas, cualquier cosa que pueda llamar su atención. Y callaos. - Dijo Miguel.
- Alex rápido, bajemos a cerrar el portal del Edificio, trae sillas mesillas de noche lo que sea que sirva para apalancar el portal desde dentro. - Le dije.
Alex, Moncho y yo bajamos a galope por las escaleras. En el rellano del edificio había varias cosas que podrían ayudarnos a bloquear la puerta, con dos fuertes patadas Alex consiguió romper dos tablas del pasamanos de madera que nos sirvieron para hacer dos palancas que bloqueasen la puerta; mientras moncho y yo cogimos unas jardineras de piedra que había  pegadas a la pared, eran lo bastante pesadas como conseguir que la puerta no se abriera.
- ¿ No hay nada más? Con esto solo no llegará! - susurraba Alex desesperadamente.
- Esto es todo lo que hay volvamos al piso, hay que establecer un plan- Propuso Moncho.
Los tres volvimos al piso allí nos esperaban Miguel y Anton.
- Vale, el portal esta apalancado. Vamos a hacer un recuento de armas y munición. ire a por mi bolsa.- Corrí a abrir la bolsa de deportes. Gracias a dios estaba todo allí. Fran no había tenido tiempo de quedarse con nada; de modo que agarré  mi Rémington y llame al resto.
- ¿ Tenéis todo? a ver, dejadme echar un vistazo.
Hice un recuento y en total teníamos:

Una Escopeta Rémington, 3 berettas 9 mm, un magnum del 45, dos rifles de caza, el M1 Garand, mis cuchillos, la ballesta de Moncho, y algunos palos con pinchos además del bate de Baseball de Anton.
Por suerte contábamos con Munición de sobra para la remington y las berettas, pero para los rifles y la magnum apenas había, por no mencionar que para el M1 no había nada. Fue una suerte que moncho contase con su ballesta y el saquito lleno de flechas.

- No se, si entran no se si podremos hacerles frente...- Dijo Alex.
- Tenemos munición de sobra para la rémington y las berettas, y Moncho podría acabar con ellos desde una ventana usando la ballesta - Dijo Miguel.
- Me parece buena idea, - dijo Moncho-
- Esperad, primero vamos a ver si pasan de largo o no. Haremos  turnos de vigilancia en las ventanas del salón y la cocina así podremos cubrir  mas campo - Propuse.
- Yo haré el primer turno en la cocina - se ofreció Antón.
- De acuerdo, yo en el Salón - Propuso Moncho
 - Vale, pues Alex, Miguel y yo nos quedaremos a preparar las armas para que estén listas en caso de que haga falta usarlas. Pero recordad, agotad primero los recursos silenciosos. - Les recordé. Acto seguido nos pusimos manos a la obra en completo silencio...

El primer turno de  una hora pasó muy rápido, así que Miguel y Alex se cambiaron por Anton y Moncho los cuales vinieron a echarme una mano con la munición.

- Oye Andrés, quiero pedirte perdón por algo -  Era la primera vez que hablaba con moncho de algo que no fuese supervivencia o algún tipo de plan de ataque o defensa desde hacia mucho.
- Dime, ¿que pasa? - pregunté extrañado.
- Siento haberle disparado esa flecha a Lucía. Vi que era una de ellos y no pude contenerme. Tu aun no lo sabes pero, ellos se llevaron a mi familia. La primera en caer fue mi hermana, que fue quien infectó a mis padres. Por eso no nos refugiamos en mi casa. No podíamos quedarnos allí.

 Me quedé tal cual si me hubiesen echado una jarra de agua helada por encima.
- Vaya... lo siento, no sabía nada, no tienes porque disculparte. Me has ahorrado un muy mal trago. Es mas te doy las gracias por ayudarla a descansar en paz.
 Moncho y yo nos dimos la mano y nos pusimos otra vez al tajo.
   Casi habían transcurrido 25 min. del segundo turno, cuando el ruido de algo roto que parecía cristal nos sobresaltó, seguido de un "mierda" que  provenía de la boca de Alex.

- ¿Que cojones pasa?- todos habíamos acudido a la cocina.
- se ha caído una maceta que había en el alféizar... he abierto la ventana y sin querer la he tirado...
- Joder tío, ¿y para que has abierto?- preguntamos
- es que uno de ellos se ha separado del grupo principal y quería ver que hacía...

Nosotros no nos habíamos percatado de ellos, pero ellos de nosotros si, y ahora un grupo enorme de muertos se aproximaba hacia nosotros, eran al menos unos 12 o 13.. que haríamos? solo teníamos dos opciones, Luchar o morir, y ninguno de nosotros quería aceptar la segunda....

lunes, 28 de mayo de 2012

13ª Parte. La historia continua ....

- Dice que volverá a llamar esta noche a las 21.00. Que estés tranquilo, que están bien, en un lugar seguro.
Alex me estaba dando la noticia de que mi padre había contactado por radio, y este le  había contado que yo estaba bien, que había salido a buscar  armas y provisiones y que me las estaba arreglando bastante bien.

- Menos mal- Suspiré. Me había pasado los dos últimos días preocupadísimo con la situación en la que se encontrarían, y ahora que por fin tenia noticias buenas podía respirar un poco.

  Pasamos el resto del día bastante relajados, montamos guardia en los balcones vigilando que ninguno de aquellos descerebrados se acercase a husmear y mientras tanto nos pusimos a recordar tiempo atrás, cuando salíamos de fiesta, o cuando quedábamos para jugar a la consola... La horas fueron pasando y dieron las 21:00; de la radio salió la voz de mi padre.

- Hola, hay alguien ahí?
- PAPA!- Grité, corrí hacia la radio agarré el micro y hablé. - Papá, soy yo, Andrés, estoy bien, estoy  con Miguel y con todos mis amigos.

- Joder, menos mal... estábamos muy preocupados, ante todo, perdona que te dejásemos abandonado a tu suerte, pero en la situación en la que estabas no podíamos llevarte con nosotros. ¿Lo entiendes no?

- Si papá, tranquilo. - respondí. - ¿Y dime estáis todos bien? ¿Como están los niños, y mamá?

- Bueno, no estamos todos... Tu madre y tus hermanos están bien, al igual que tu abuela y yo, tus tíos Jose y Susana se fueron en coche al refugio para Guardia Civiles que se ha establecido en Santiago. Tu abuelo...

A mi padre se le quebró la voz...

- Lo se papá. Le he visto. Fui a su casa a buscar las llaves de  su furgoneta, y me lo encontré  convertido en uno de ellos... Pero bueno cambiemos de tema... ¿Donde estáis? ¿Teneis un buen sitio donde esconderos?

- Si, tenemos un sitio excelente, estamos en la nave donde trabajo yo. He construido unas literas con las maquinas de soldar y unos tubos que había por aquí, y mas o menos nos lo montamos bien. ¿ Y tu? ¿donde has estado?

- Pues yo he pasado la noche en un taller de soldadura como vosotros, y ahora estoy en un piso en Pontevedra con mis amigos, estamos planeando Mudarnos al taller donde he dormido ayer.

De pronto la radio comenzó a emitir una cadena de interferencias...

-¿Papá? ¡PAPA! - grité, la radio  se apagaba...
- Papá voy a ir a buscaros, quedaos ahí. - Prometí, del altavoz de la radio se alzo la voz de mi padre entre interferencias diciendo, De acuerdo.

La radio había dejado de funcionar. Pero ese era el menor de nuestros problemas...

-Atención! están volviendo! - La voz de Alex llegó desde uno de los extremos del piso...

- rápido rápido, apagad todo... no hagáis ruido.- Susurraba Miguel

En silencio nos acercamos hasta el lugar donde estaba Alex. Aterrados vimos como un autentico ejercito de Muertos se dirigía por la calle hacia donde nos encontrábamos nosotros, aquello parecía ser el principio del fin de nuestras vidas...

jueves, 22 de marzo de 2012

12ª parte

- Y bien tío, cuentanos, ¿ Que ha pasado ? - Miguel me había acercado una silla para que me sentase, pero la rechacé.
- Ya os lo contaré, ahora mismo lo que necesito es la radio, Moncho me ha dicho que sabéis donde están mis padres. De modo que porfavor, te ruego que me dejes esa radio, tengo que hablar con ellos, tengo que saber si siguen vivos. - Mi voz sonaba a desesperacion pura.
- Si claro, ven.- Me dijo Miguel. - Me crucé con tus padres cuando llegué a pontevedra. Y al no verte con ellos pensé  en lo peor. Pero me dijeron que estabas bien, que estabas en tu casa; debo confesar que me cabreé muchisimo, porque nuestro plan era claro, a casa de Moncho, pero bueno, tus motivos tendrías. - La voz de Miguel sonaba a reproche.
- Pues si, he estado inconsciente casi 11 días. Y aun no se porqué. Espero que mis padres me den respuestas.

Grfrgfgrfggrgfñlñlgfrjfrfrf...... (interferencias) La radio estaba encendida esperando a que yo comenzase a emitir.

Miguel había seleccionado el canal 19, que es en el que solía contactar con mi padre.
-Papá, Papá, soy Andy, estas ahí?- Probé varias veces, pero solo capté ruido.
 Mi abatimiento era total. Creía que hablaria con mi familia antes de que terminase el día. Pero en ese momento no sabia que pensar ya.

- Eh vamos Andrés, no te pongas mal. No puedes pretender contactar con ellos a la primera.- Antón se había sumado a la conversación.
- Bueno pero si nos puedes contar que has hecho desde que has recuperado la consciencia.- Propuso MIiguel.

-Pues me desperté ayer en mi cama. Y para mi resultaba ser un día totalmente normal, hasta que repare en que mis padres no estaban en casa, y vi que ni la tele ni las radios emitían; ya cuando me asome al balcón y vi como estaba nuestra calle me quedó todo un poco mas claro.
 Lo primero que hice fue seguir los pasos, me hice con algunas provisiones, un coche y.... OH! - Acaba de acordarme de que la bolsa de armas estaba en el maletero de la furgoneta.

- ¿Que ocurre? ¿A que viene ese "oh"?- Preguntó Antón.
- Había conseguido una bolsa de deportes y estaba llena de armas, pero acabo de recordar que esta en el maletero de la  furgoneta de mi abuelo, y me la acaban de robar.
-FRAN- dijo Moncho. Yo asentí.
- ¿Quién es ese Fran?- Preguntó Alex

Yo les conté quien era Fran, como le había conocido y lo que habíamos pasado juntos. Desde el arrebato destructor en la sección de audiovisuales, hasta  nuestra cena la noche anterior. También les conté su historia, como los zombies habían deborado a su familia y como se había ocultado en el bosque.

- Pues menudo capullo- Soltó Alex- Le ayudas, le salvas la vida y te roba el coche....
- Ya ves. Ahora no puedo hacer nada. Lo unico que podemos hacer es bajar  y tratar  de recojer lo que se haya caído de la furgoneta si os parece bien.

- Bueno es arriesgado, pero nos hacen falta provisiones. - Dijo Miguel.
- Yo me quedaré aquí atento a la radio por si llaman tus padres- Propuso Alex.
- Si ya, ya sabemos todos que a ti lo de salir a la calle no te gusta nada - Dijo Miguel. - Mucho ir al ejercito, mucho titulo de segurata y de socorrista pero cuando hacen falta un par de pelotas te quedas atrás siempre.

 Alex bajó la mirada y se dio la vuelta, el resto nos pusimos en pie dispuesto a salir.
-Preparemos armas por si acaso.- Propuso Anton
- Yo llevo mi cuchillo, mi machete y una 9mm - Dije.
Moncho cargó la ballesta y cogió un puñado de flechas de una saquito.
 Antón tenia un revolver del 45. Supuse que seria el Magnum de Alex.
Miguel llevaba una especie de bate de madera con clavos de hierro en la punta, y una 9mm como la mia.
 Salimos del piso y bajamos por las escaleras en silencio. Al salir a la calle la luz de la mañana nos dió en la cara y una brisa fresca nos hizo espabilar.
 tal cual como si fuesemos un comando de espías entrenados, nos desplazamos por la calle en silencio hasta donde la furgoneta había subido a la acera, alli había un monton de cosas, sobre todo provisiones.
    Pero ni rastro de la bolsa de deportes con las armas. Recogimos todo y nos dispusimos a volver por una de las calles colindantes y... ¡Allí estaba! Mi bolsa de armas en el suelo. Me adelante al  grupo y la recogí. Despues volvimos al piso. Alex tenia  noticias de mi familia....

miércoles, 7 de marzo de 2012

11ª parte

- Miguel ! Miguel! ¿me recibes?.  Alex! ¿Me recibes? - Moncho seguía intentando contactar con ellos, pero era  inútil. Solo captaba interferencias y ruido.

- Rápido, ¿en que calle está el piso? - pregunté
-Junto a la alameda. Entra por el puente de los tirantes y sube todo recto, podemos atajar por la calle Benito corbal.
- Dejate de calles Moncho, atajaremos por donde sea!

 Al llegar a la avenida de Compostela, pudimos comprobar la enorme cola de coches abandonados que en su día intentaban salir del a ciudad. Hoy solo era un enorme cementerio de coches.
 Al pasar cerca del hospital Provincial un enorme grupo de Bichos trataron de bloquearnos el paso. Con un volantazo giré en una de las calles colindantes y atajé por encima de las aceras.

- Moncho prueba otra vez. Avisales de que vamos!- ordené
- De acuerdo. Miguel! Miguel! Soy mocho! he encontrado a Andrés, Vamos a sacaros de ahí!
Grfgrhghfrgfgfrhgf!!!!!!!!!  ( interferencias ) y de pronto la voz de Miguel salio del walkie.

-¡ Daos prisa! están subiendo! NO se si aguantaremos, queda la mitad de la munición, y los refuerzos del portal no se si aguantaran!! grrrfffrffrffrfff.... - una ultima interferencia y de pronto silencio.

- ¡Moncho tengo una idea!- propuso Fran. Prepara todas las flechas que tengas. Os dejare a ti y  a Andrés para que acabéis silenciosamente con todos los bichos que podáis. Yo  distraeré con la furgo al resto, mientras tanto subid sacad todo lo que os haga falta y volved a bajar, os recojere con la furgo. 

  Debo admitir que me pareció un buen plan.  Así que paré la furgo en seco. Fran y yo nos cambiamos de asiento, y arrancamos de nuevo.

- Es ahí, subete a la acera!- indicó moncho. fran acelero, la furgo subió el bordillo dando un fuerte golpe, el portón del maletero se abrió y la poca carga que habíamos dejado la noche anterior dentro empezó a caer fuera del maletero.

- MIERDA! - gritó Fran-
- Da igual ahora  es tarde ya - le contesté. - Tira y dejanos bajar.

Fran nos dejó a la vuelta de la esquina Moncho zelda y yo bajamos, y Fran arrancó. Cual fue nuestra sorpresa que, en ves de dirigirse hacia los bichos dio media vuelta y se fugó con mi furgoneta.

- ¡HIJO DE PUTA! Vuelve aquí! - Era inútil gritarle. Se había ido. No era el momento de quedarse quietos.
 Moncho y yo seguidos por Zelda nos pusimos en marcha hacia el piso donde estaban nuestros amigos.
 Había como unos 30 bicho aporreando el portal, y unos 10 o 15 muertos por el suelo.
  Moncho cargó la ballesta, apunto y uno a uno fueron cayendo, hasta que solo quedaron 4.
   Por suerte yo llevaba mis cuchillos conmigo así que le preste uno a mi amigo, y nos fuimos hacia los bichos.

 2 de ellos nos vieron y se dirigieron hacia nosotros; Empuñando mi machete de carnicero con fuerza esperé a que aquel cara-muerto estuviese a mi altura y con todas mis fuerzas le corté el cuello en horizontal de un machetazo. Un enorme chorro de sangre  empezó a brotar de su cuerpo que se desplomó en el suelo.

 Moncho cogió su cuchillo y hundió la punta  atraves de uno de los ojos del otro zombie que nos atacaba; con un asqueroso sonido gelatinoso la punta del cuchillo atravesó la cuenca del ojo y salió rasgando la piel de la nuca del zombie que también se desplomó.  De los otros dos nos deshicimos con facilidad partiéndoles el cuello.

- ¡Todo despejado! Gritó Moncho.
- Rápido subid! tenemos un problema!- La voz de Alex retumbó por toda la calle.
 Moncho Zelda y yo subimos por las escaleras hasta el 2º piso. Era un edificio relativamente moderno. De unos 15 años de antigüedad.El suelo era de mármol pulido, igual que las escaleras, y el pasamanos era de madera tallada.
  Entramos en el piso, el cual tenia la puerta entreabierta, unos gritos desgarradores provenientes de la cocina inundaron el hueco de la escalera.
 - Rápido, traed algo con que golpearla!- Otra voz conocida llegó hasta mis oídos.
 Cuando entre en la cocina la escena que me encontré no fue otra que, una señora de unos 70 años retorciendose y contorsionandose como un tigre atrapado en una red. Alex la sujetaba y Miguel le ayudaba, en ese momento me giré y me encontré con Antón, el compañero de piso de Miguel en Santiago. Antón traía un bate de baseball de hierro, y con un golpe digno de un bateador de Los Red Socks le partió la crisma a la anciana. En el suelo de la cocina había un joven muerto, totalmente destripado. Di por sentado que era el nieto de la anciana.

- Joder, por que poco - Dijo Miguel. - Gracias por llegar a tiempo. Me alegro de veros con vida tíos.
 Todos nos saludamos como de costumbre, apretones de manos, abrazos y sonrisas. Gracias  a dios aunque nos encontrasemos en medio del fin del mundo y me acabasen de robar el único modo de salir de la ciudad, estábamos todos juntos, eso era una buena señal, la señal de que aun había esperanza para nosotros....

10ª parte

Desperté algo sobresaltado, era completamente de día y no recordaba nada de lo que había soñado, salvo que me caía en la  bañera y me hacía muchisimo daño. Menuda estupidez de sueño...
 Zelda dormía a mi lado, acurrucada, la pequeña fogata que habíamos encendido para calentarnos durante la noche era ya solo un simple montículo de ceniza y un fino hilo de humo gris.
Poco a poco fui retomando mi presencia, y alcancé a escuchar dos voces, las dos eran conocidas.
 Me di la vuelta, Fran no estaba en su saco,  me levanté y Zelda se despertó. Fran estaba fuera y hablaba con un chico. Su voz era  muy  familiar. Me acerqué al portal y escuché lo que decían.

- Ya te he dicho que conozco a Andrés, os he ido siguiendo desde que salisteis de la zona donde vivía su ex. Yo fui quien disparó la flecha, ¿ves? Con esta ballesta.
  ¿Habia dicho ballesta? solo podía ser una persona.  Moncho siempre decía que le gustaban las ballestas y que era un muy buen tipo de arma para defenderse en una situación como aquella, porque podías herir desde lejos sin hacer ruido.
  Salí de de detrás del portal, y allí estaba Moncho, de pie con su ballesta en ristre mostrándosela a Fran. Al verme, su semblante cambió, y lo primero que me dijo fue:

-Ya sabía yo que un hijo puta como tu tenia que seguir vivo.
- Pasemos a dentro, el exterior no es seguro. Propuse.
 Moncho se dio media vuelta y se dispuso a meter dentro de la nave la moto con la que se desplazaba. 
- Menuda moto te gastas, ¿de donde la sacaste?
- Era de un pariente de mis padres. Le encantaban las motos, no esta mal, lo único es que hace muchisimo ruido y atrae a los bichos, pero no tenia otra cosa con la que desplazarme.

 Fran y yo nos miramos con cara de preocupación. Es cierto que los bichos era muy activos, y podrían haberle seguido, si eso era así, teníamos poco tiempo para preparar nuestras defensas.

- Ante todo, cuentame, ¿Que cojones pasó? ¿Porqué nadie siguió los pasos?
- En realidad, tu fuiste el único que no apareció. Nos reunimos todos en mi casa, como habíamos acordado, juntamos todas nuestras provisiones y armas, y teniamos de sobra para una semana. Solo faltabas por venir tu y aportar tu parte y tu coche como habiamos quedado. Pero pasaron 2,3,4,5 dias y no apareciste. Los zombies superaron nuestras defensas y tuvimos que  huír de allí. Nos refugiamos en un piso en pontevedra. Es de una Anciana que vive con su nieto, que es un excompañero de la academia de seguridad donde estubo alex.
 Todo comenzaba a encajar, aunqe  seguía sin saber porque me habia perdido 10 dias de mi vida y no recordaba nada.

- Bueno, supongo que el motivo de que yo fallase en el plan, se debe a que he estado 10 dias inconsciente, porque no recuerdo nada de nada. y todavia no tengo la respuesta.
- Tranquilo, sabiamos que algo te había ocurrido, pero no nos imaginabamos el que. Nosotros nos habiamos puesto en el peor de los casos. Yo habia salido a  buscar cosas que pudiesen servirnos en el piso cuando derrepente te veo de pie ante un zombie. Mi primera reaccion fue disparar, y luego me di cuenta de que se trataba de Lucía. Lo siento mucho.
- No pasa nada- Contesté. -De no ser por ti ahora estaria Jodido de verdad.

- Perdon, no es que quiera interrumpiros, pero debemos ponermos manos a la obra- Fran estaba listo ya para empezar a trabajar.
 A mi se me había ocurrido una  idea.
- Y digo yo. Los demás estan todos en el piso ¿no? ¿Porque no se vienen para aqui? hay mucho mas sitio y este lugar es mas seguro.
- Es una buena idea- Respondio Moncho. - De hecho, tengo forma de comunicarme con ellos, tenemos una vieja radio, y un par de walkies. Y lo mas importante para ti, hemos contactado con tus padres.

 Un alivio enorme me recorrio de pies a cabeza. Mis padres estaban Bien!
- ¿COMO, habeis hablado con ellos? ¿ CUANDO, Y COMO?

- Fue todo una casualidad, al parecer tu padre tenia una emisora de camion en casa.
- Es verdad! la emisora con la que jugaba yo de pequeño.
- Pues  un dia estabamos buscando canales de socorro en los que contactar con alguien y escuchamos una llamada de alguien que decia tener refugio. Preguntamos y se trataba de tu padre.
- Tengo que ir al piso y hablar con el. Porfavor llevame alli.
- Tranquilo, ahora voy a informar de que te he encontrado y de nuestro plan de que se vengan para aqui, le dire que traigan la radio y hablaras con tu familia.

Por fin algo de esperanza para mi y mi familia, estaban bien, estaban a salvo. mis problemas empezaban a desaparecer.

- Miguel, soy moncho,  ¿me recibes?
Nada solo ruido.
- Probaré otra vez, Alex soy Moncho ¿ Recibes ?
Mas inteferencias. Moncho ajusto un poco el dial del walkie y una voz salió del pequeño altavoz del aparato.
- qwrrfggggf... ( inteferencias ) RAPIDO! qgrfrtfqfsr ( inteferencias ). Moncho, Ayudanos! qrfgrfsqrtfg          ( inteferencias ) son demasiados! fiuuuuuuugggf ( inteferencia final)

- ¡ Fran Rapido! abre el portal- Moncho sube a la furgo! - Fran habrió el enorme portal de corredera, yo salte dentro de la furgo seguido por Zelda y moncho, puse el motor en marcha y los 4 salimos a escape de alli direccion al piso donde mis mejores amigos estaban en peligro...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

9ª Parte

Nos dimos la vuelta dispuestos a poner un poco de orden en aquel lugar.
Lo primero que hice fue abrir la puerta de la furgo para que zelda bajase a estirar las patas y que husmease un poco por allí.

La nave parecía un enorme taller de soldadura; en uno de los laterales había una enorme estantería  con tubos, chapas, y toda clase de hierros, a continuación había unos cuantos equipos de soldadura profesional. Un par de maquinas  tipo MIG, plasma, soldadura de electrodos, un par de sopletes. Además había también un carrito con todo tipo de llaves, inglesas, fijas, de tubo, de allen, torsi, destornilladores de todos los tamaños. Sierras radiales, taladros... Aquello era una autentica mina. Y nosotros podíamos sacarle mucho partido.

- Increíble, este sitio es una mina, que bárbaro todo lo que hay aquí- Fran no dejaba de asombrarse.
- ¿Sabes usar esta maquinaria? - Yo me hice un poco el tonto, pensé que había sido una autentica suerte encontrar aquella nave, ahora le veía utilidad a los sábados por la mañana, cuando mi padre me despertaba y me llevaba a trabajar con el, era una autentica suerte que mi padre fuese soldador, y me hubiese enseñado a soldar.

- Si- contesté.- Mi padre es soldador, el me enseñó.
- Oh, que suerte! podremos reforzar un poco la estructura de la furgo, y añadirle un par de cosas que nos ayuden a defendernos.

- No es buena idea, aumentaremos demasiado el peso, y si tenemos que salir a escape será un impedimento. Yo pensaba en reforzar el portal y hacer  alguna que otra trampa, alguna defensa exterior... había pensado en quedarnos aquí unos cuantos días,  necesito recuperarme de ciertas cosas, y aclarar mis ideas. Espero que no te importe- Le dije.

- No tranquilo, no tengo prisa. Además así nos conoceremos un poco mejor, aun no se casi nada sobre ti.
- Todo a su tiempo, lo importante ahora es que comamos algo caliente.- Así que me fui a la furgoneta. Busqué un par de latas de fabada y las aparte para un lado. Después cogí un par de chapas, las corté con la radial y las soldé, de manera que allí tenia una pequeña olla improvisada.
  Fran había cogido unos cuantos palos, y aprovechando la madera de unos palés de carga que había por allí tirandos hizo una pequeña fogata, así nos ahorrabamos  el gastar el camping gas, ya habíamos desperdiciado una bombona haciendola saltar por los aires junto con un coche para salvarnos el pellejo, así que había que racionar el consumo de gas. Calenté las Dos latas de fabada, y después calenté también un poco de agua para asearnos. fran había cogido  alguna ropa en el Centro comercial  así que se aseó y se cambió al igual que yo.

- Vaya, esa fabada estaba buenisima. - Dijo Fran mientras que soltaba un pequeño eructo.
- Pues dale las gracias a la abuela de la fabada de la tele, yo solo la he calentado- Le contesté mientras intentaba sonreír un poco. 

 Zelda estaba sentada a mi lado y miraba fijamente a Fran. Parecía que se sentía intimidado por ella, porque el mantenía bastante la distancia.

- Oye, ¿ a tu perra no le gustará morder no ?
- No, tranquilo, ella solo muerde para defenderme, anda acariciala, deja que te huela, dejale coger confianza
 Fran extendió la mano, Zelda se acercó, le olfateó los dedos, y se los lamió, como hacía conmigo.
- Que cariñosa es- Dijo Fran
- Si, es el mejor perro del mundo, ya se que todos decimos lo mismo de nuestros perros, pero esta sin duda es la mejor.
- ¿Cuantos años tiene?
- Pues ha cumplido 8 en Agosto. Por desgracia le queda poco. Bueno será mejor que nos durmamos, mañana tenemos trabajo si queremos hacer esas trampas, y los refuerzos del portal. - Propuse.
-Si buena idea, que descanses tío.- Y fran se metió en uno de los sacos de dormir que habíamos cogido en el centro comercial.
Yo apagué los focos de la nave, y entonces solo quedó el resplandor que emitían las brasas, leve, cálido, reconfortante, cogí mi saco de dormir, me metí dentro y cerré los ojos, Zelda se  acurrucó a mi lado, lo ultimo que vieron mis ojos fue la cara de mis seres mas queridos reflejadas en las brasas....